En el valle que se muestra tras tus senderos oculto
Quiero que en su descanso repose mi fruto
Allá donde te muestras escondida
Depositare con sigilo la semilla
Abriré los surcos de tu piel
Inundándolos con mi deseo
Dejare las marcas de la pasión
En cada rincón de tu cuerpo
Desgarrando los jirones
De aquella gloria efímera
Surcaré el mar de tu desolación
Para desalar con mis besos
La amargura de tus lágrimas
Beberé la hiel que amenaza tu dulzura
Para convertirla en la miel
que de tus labios mana fresca y pura
Besaré tus ojos cerrados
Cargados de sueños e ilusiones
Depositare en ellos la mirada que esperas,
los ojos que en ti se reflejan.
Me embriagaré con tu esencia de mujer
Sucumbiré a los encantos de tu ser.